sábado, 22 de mayo de 2010

Manuel Lopez Cañamaque


Nacido en Cádiz, el 6 de Mayo de 1882, en el número 28 de la gaditana calle Pasquín. Hijo de José Lopez García y Mª Concepción Cañamaque Flores, tuvo un hermano llamado Fermín. Gracias a una bandurria que le regaló su padre y a la afición que profesaba a los tangos del Tío de la Tiza, ingresó en la estudiantina del centro obrero de la Compañía Trasatlántica, dirigida por el profesor de violín, D. Antonio Rivas Ruiz, donde llegó a dominar por completo las cuerdas de la bandurria.
Entra en el mundo del carnaval de la mano de su admirado Antonio Rodriguez, "El Tío de la Tiza", que lo incorpora en la orquesta de uno de los coros más afamados de la historia del Carnaval de Cádiz, "Los Anticuarios" de 1905, padre de una criatura gaditana llamada "Los Duros Antiguos", himno del carnaval de Cádiz, elegido popularmente por mayoría absoluta, sin urnas de por medio, ni otras carajotadas.
En el ámbito laboral, no tuvo un empleo fijo, debido a su espiritu inquieto y su carácter aventurero y bohemio, no logró mantener mucho tiempo un empleo, nunca llegaron a ser estables, trabajó desde vendedor de carbón a tranviario, abrió con su hermano Fermín una carbonería en la calle Cabrera de Nevares y terminó dando clases de bandurria en su domicilio de la calle Obispo Calvo y Valero. Durante su época de tranviario tuvo un incidente con el tranvía, al que se le fueron los frenos cuando bajaba por la cuesta de la calle de San Juan de Dios, sin poder pararlo hasta que llegaron a la altura de "La Pila Vieja", donde Cañamaque con la canguela metida por todo el cuerpo, se acercó al cobrador, le dio la gorra y le dijo: "Si el trabajo es salud y da estos sobresaltos, prefiero estar enfermo" En 1909 empieza a dedicarse a la música, con su amigo y guitarrista Juan Palomino, recorrían los establecimientos y cafés dando conciertos. A partir de aquí, se dedicaría de pleno al carnaval.

PALOMINO Y CAÑAMAQUE

El "Caracorcho", como le decían sus amigos, por un defecto que tenía en la piel de su cara, con manchas de viruela, paraba en la Tienda de la Cabra, en la Plaza de Abastos, haciendo esquina con los Callejones, sus ventanas laterales daban al callejón de Abreu, donde se encontraba la fabrica de harinas "Castro", allí tenía un grupo estable y otro en el barrio de la Viña, que rivalizaban todos los años entre ellos, celosos por obtener el mejor repertorio. Cuenta una anécdota que su chirigota, "Los Vendedores de Erizos" ensayaba en un aljibe que había donde hoy está situado el busto de Paco Alba, que anteriormente fue la guardería "Virgen de la Palma", como el aljibe, aunque estaba seco, era bastante amplio, pero de difícil acceso, Cañamaque por su condición gruesa, se quedaba sentado en una banqueta, junto a la boca del aljibe, desde donde escuchaba y dirigía los ensayos de la chirigota. Cañamaque nunca llegó a casarse, pero tuvo un hijo al que reconoció y dio su apellido.

Manuel Lopez Cañamaque, "Caracorcho" para los amigos, murió en Cádiz a finales del verano del 53, concretamente el 30 de Agosto con 71 años de edad, en su casa de la calle Navas, 20. "Caracorcho" murió solo, pobre y olvidado.
¡Injusta vida!
Le fue concedido a titulo póstumo el Antifaz de Oro en 1981, que fue recogido por su hijo y su nieta. La Sociedad Filatélica Gaditana le dedicó un matasellos en 1988.

El pueblo de Cádiz le dedicó una plaza en su memoria, la que fuera de Celestino Mutis, es hoy su plaza, Plaza de Cañamaque.

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